jueves, 17 de noviembre de 2016

MEDITACIÓN DE LAS 4 PIEDRAS


 

Thich Nhat Hanh- 
Meditación de las piedras

La meditación de las piedras es un tipo de meditación creada para Shogun (¿) hace 25 años. Es una meditación fácil y divertida de practicar. Aunque fue creada para Shogun, todos podemos practicar la meditación de las piedras.

Durante el día, nuestro cuerpo puede estar aquí, pero nuestra mente puede que esté en otro lugar. Así que, cuando hacemos sonar la campana, traemos a nuestra mente a casa, a nuestro cuerpo.
La campana de conciencia es muy importante porque nos ayuda a traer a nuestra mente donde está nuestro cuerpo. Cuando mente y cuerpo están ahí, tú estás ahí verdaderamente, estás vivo verdaderamente.


Invita a la campana a sonar tres veces.
El sonido de la campana nos ayuda a volver a nosotras mismas. La manera de volver a nosotras mismas es siguiendo nuestra respiración.

Tras oir el sonido de la campana, disfrutamos de nuestra inspiración, y espiración tres veces. Después, disfrutamos inspirando y expirando 9 veces. Durante ese tiempo, la paz está en ti, la paz está “en casa”. 
Ahora, todas toman las cuatro piedras de sus bolsillos y las dejan a la izquierda.


Comienzas cogiendo una piedra, la miras. La primera piedra representa una flor. No tiene la palabra flor escrita en ella, pero para nosotros representa una flor. En la meditación también usamos las imágenes para la práctica. Así que cogemos una piedra, la miramos, y decimos: “Esta piedra representa una flor”, y la colocas en la palma de la mano izquierda, y ésta la colocamos sobre la mano derecha, de esta manera (mudra), y comenzamos la práctica.

-Inspiramos - Me veo a mí misma como una flor. Espiramos - Me siento fresca.
  “frescura” se refiere a estar relajadas, tranquilos, contentas, “estar bien”.

Una flor siempre está fresca*. En este ejercicio traemos frescura de nuevo a nosotros mismos. Necesitamos estar frescos para ser felices y hacer felices a otras personas. Algunas veces no estamos lo suficientemente frescos. No tenemos mucho que ofrecer a las otras personas de nuestra vida. Esta meditación te ayuda a restablecer esta frescura, sonreír y estar fresco como una flor. Solo necesitas unos segundos para hacer esto.

-Inspiro - Me veo como una flor.

No necesitas imaginarte a ti misma como una flor. Como ser humano, eres como una flor, dentro del jardín de la humanidad. Cuando miro a un/a niño/a siempre lo veo como la imagen de una flor. La cara de un niño/a es como una verdadera flor. Sus manos y sus pies son como flores.

Para mantener esta flor, debemos tener una práctica. Si no sabemos como mantener esta flor, perdemos nuestra frescura. Aquellos de nosotros que no sabemos mantener la frescura, suelen estar enfadados y tristes, han perdido gran parte de esta flor. No tienen mucho que ofrecer a los demás.
Esta práctica de meditación puede ayudar a restaurar nuestra flor. Inspirando - Soy una flor.
No tienes que imaginarte como una flor, ya eres una flor en el jardín de la humanidad.

El mejor regalo somos nosotras mismas, nuestra frescura, nuestra sonrisa, dulzura, y esta meditación te puede ayudar a restaurar tu frescura, tu flor, tu dulzura.

-Inspiro - Me veo como una flor. Espiro - Me siento fresco. Tres veces.

Coges tu piedra de la frescura, le sonríes y le das las gracias. Coges la segunda piedra.

La segunda piedra, mírala, representa una montaña.

Para ser feliz, tenemos que ser suficientemente sólidas, estables. Imagina a alguien que no es estable. Llora, se enfada todo el tiempo... No puede ser feliz, la gente no puede contar con él. Así que para cultivar cierta estabilidad, cierta solidez, esto es lo que tenemos que hacer, para mejorar la calidad de nuestra respiración.
Miras esa piedra que representa la montaña, la colocas en la palma de tu mano izquierda, y colocas tu mano izquierda sobre la derecha.

-Comenzamos. Inspiramos - me veo como una montaña.

Cuando nos sentamos en esta posición, llamada la posición de loto, estás bastante estable. De hecho es la posición más estable que puede adoptar el cuerpo humano.
Espiramos - Me siento sólida.
La solidez es un elemento de la felicidad. Estabilidad, solidez. La gente puede contar con nosotros. Cuando eres sólido, cuando estás estable, hay una montaña en ti. Esta parte es para restaurar tu montaña, la solidez que hay en nosotros.

-Inspirando - Me siento como una montaña.

-Espirando - Me siento sólido. Tres veces.

Dejas la segunda piedra a tu izquierda. AGRADECES Y SONRÍES

Ahora la tercera piedra. La miras y dices: aguas tranquilas.
A veces, podemos ver en un lago como el agua está completamente tranquila, quieta. La superficie del lago refleja perfectamente el cielo, las nubes, las montañas, los árboles. Puedes hacer una foto del cielo, las nubes y los árboles reflejados en la superficie del lago. Cuando el agua no está en calma, no se puede hacer, no puedes hacer ninguna foto de tal reflejo.
Cuando estás calmado, reflejas las cosas tal y como son, no las estropeas (23:11). Y quiero estar tan calmo como el agua en un recipiente (23:15), y reflejar así las cosas tal y como son, no tendré así percepciones equivocadas.

-Así que sostén la piedra en tu mano, inspira y te dices a ti misma “aguas tranquilas” estoy perfectamente calmada.

-Espirar - Reflejo las cosas tal y como son. No estropeo la percepción de las cosas.

Cuando no estás calmada, no puedes verlos tal y como son. Cuando estás enfadada, nerviosa, asustada, creas sufrimiento para ti y para los que te rodean. A veces la gente te dice “vuelve a ti mismo, tranquilízate”, pero no sabes cómo. Oyes a alguien pedirte que te tranquilices, pero no sabes cómo. Tampoco sabes ayudar a otros a que se tranquilicen, no sabes cómo. Es muy importante aprender a tranquilizarse.
Una de las maneras es a través de la meditación de las piedras.
Inspiro - Me veo como aguas tranquilas. Espiro - Reflejo las cosas exactamente como son.
Tres veces y llegamos a la última piedra. La última piedra representa espacio, libertad.
Inspiro - Me veo como espacio. Espiro - Me siento libre.
Una persona sin libertad no puede ser feliz.

Cuando amas a alguien, deberíamos aprender a ofrecerle a él o a ella libertad. Libertad interior. Y libertad a su alrededor.
Si no tienes espacio en tu corazón, si no tienes espacio a tu alrededor, no puedes ser feliz y no puedes ofrecer felicidad a otros. Así que practica para tener mucho espacio en tu corazón, mucho espacio a tu alrededor y llegarás a ser una persona feliz. Y sabrás cómo ofrecer libertad a la otra persona. No le impones tus ideas a la otra persona, tú le permites libertad. Les puedes ofrecer tu libertad.

-Inspiro - Me veo como espacio. Espiro - Me siento libre.

Invita a la campana a sonar.
Entonces respiras tres veces y has terminado tu meditación de las piedras.
Recogemos las cuatro piedras y las colocamos en nuestro bolsillo, o las dejamos al lado.

-Y respira 9 veces.

2 comentarios:

  1. Muy bonita meditación Inés, había oído comentar de ella, pero no sabía en qué consistía, el otro día cuando la hicimos me pareció preciosa, una linda manera de mantener la observación consciente mientras siembro paz, calma, serenidad y armonía dentro de mi
    Muchas gracias por compartirla con nosotras
    Un lindo y cariñoso abrazo
    Chus

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