miércoles, 5 de julio de 2017

AGRADECER DE MANERA PROFUNDA

Namasté
Queridas todas las personas que  leáis esta entrada... en especial vosotras mujeres de los talleres "Cuidado de las emociones a través del cuerpo" del  Aula de Mujer, un espacio añorado y muy querido para mí. 
Me he demorado un poquito con esta nueva visita por aquí, anduve muy ocupada por trabajo y también  por mis responsabilidades de cuidados  a mis querid@s padre y madre, que como bien sabéis están delicados de salud. 
Sólo deciros que os llevo en mi corazón y os recuerdo con mucho cariño. Por lo que he ido sabiendo a través de alguna de vosotras este trimestre ha transcurrido bien, con los lógicos ajustes de los cambios, pero en su mayoría contentas con las nuevas profesionales que os cuidan en estos talleres. 
Un abrazo sentido desde el corazón para todas y cada una de vosotras.
!Feliz etapa estival!!
Seguiré viniendo de vez de en cuando por aquí... me encantarán vuestros comentarios ;) 
Inés


Descubre cómo agradecer de manera profunda y real para que sientas sus beneficios
Últimamente veo que se ha puesto de moda el agradecer y me da mucho gusto. Sin embargo, a veces caemos en agradecer sin sentirlo o creerlo de verdad, cuando esa es la parte más importante para que realmente funcione.
Un testimonio personal con el puedes verte identificada: 
"Recuerdo que de niña le agradecía a Dios por tener una casa, comida, una familia, un perro.. y cosas por el estilo, después abandoné esta linda práctica pues he de aceptar que en algún momento me caía mal la frase de “sé agradecida”, pues yo lo interpretaba como…”eso de lo que te quejas no tiene sentido ni valor, no seas mala persona y ve las cosas buenas que sí tienes”.
Pero fue hasta después de los ataques de pánico que volví a contactar con el agradecimiento de otra forma, con una perspectiva un poco diferente. Descubrí que no se trataba de agradecer lo que tenía o lo que me daba la vida o Dios mismo, sino de agradecer momentos de verdad, de vida, de plenitud que sí experimentaba en el día.
Aprendí a agradecer sobre fenómenos internos que se daban en mí, sobre avances en mi proceso personal, sobre momentos “mágicos” con otras personas, momentos de conexión, de paz y de quietud. A agradecer sobre esos microsegundos en los que mi mente dejaba de pensar y se abría a vivir, momentos en los que me sentía satisfecha tan sólo de estar conmigo.
Y entonces empecé a registrar esos agradecimientos diarios, y poco a poco le fui dando más importancia a la parte realmente positiva de mi día, dándome cuenta que no, no todo era negativo y yo no era toda ansiosa ni la vida era toda difícil.
Aprendí que el agradecimiento me hacía realmente sentir mejor y me mantenía con mejor ánimo, y poco a poco fui descubriendo sus razones, las cuales más adelante te comparto"

¿Qué se necesita para que el agradecimiento realmente funcione?

Creo que lo tienes que sentir y lo has de creer de verdad. Has de conectar con esos momentos del día o hechos de tu vida que realmente te generan bienestar y una verdadera gratitud. Han de ser momentos, experiencias, vivencias que te recuerdan la esencia que vive dentro de ti y que no te deja más que activar la gratitud.
Desde mi punto de vista, el “ser agradecid@” no se puede forzar ni obligar, hemos de poder experimentar la gratitud en el momento que observamos objetivamente la realidad y nos conectamos en el momento presente con ella, y de esta forma… de manera natural, agradecemos por la oportunidad de vivir eso.  Es como con los niñ@s que normalmente les decimos “dile gracias, sé agradecido” y quizás tu hija/o lo hace pero.. sin sentirlo. Yo he aprendido que es mejor no obligarlo ni decirle que dé las gracias, y yo dar las gracias por él/ella, dar el ejemplo hasta que… un día, de manera natural, espontánea y genuina, de las gracias por primera vez…
Has de poder también abrir la mente para poder recordar todas las vivencias y realidades de tu vida, reconocer más allá de esos pensamientos negativos, qué sí es real, qué sí está sucediendo.

¿Por qué el agradecimiento te hace sentir mejor?

Porque no puedes agradecer lo que no es real, agradecer te ubica en la realidad
Esta parte me encanta pues si te fijas, no puedes dar gracias por algo que no es verdad, solamente puedes agradecer lo que sí fue real de tu día o es real en tu vida. Con esto inmediatamente ayudas a tu cerebro a vivir más en la realidad que en las mentiras de la mente, te ubicas en lo que sí es real más allá de lo que no está pasando, lo que debería de pasar o lo que no pasó.
Entonces, al agradecer, estás reconociendo la verdad detrás del “no puedo” y reconoces ese pequeño momento donde sí pudiste. O ves más allá del “siempre me siento mal” y encuentras un momento del día donde te sentiste bien…
Te sales de la mente extremista y fatalista 
Por esto mismo, además de ayudarle a tu mente a ser más realista, le ayudas a salir de los extremos de pensar en función de “todo o nada” “todos o nadie”, “siempre o nunca”. Y bueno, no sé si lo sepas pero pensar de manera extremista nos hace daño porque nos sumerge en realidades absolutas de las que quizás sientas que no hay salida o que es lo peor de la vida o que fue tu peor día o que no sirves para nada… etc. etc.
Al encontrar algo por agradecer, te das cuenta que no todo fue tan negativo, malo o desagradable, y empiezas a relativizar, cosa que le ayuda mucho a tu cerebro y emociones.
Te permite ver que existe un rayo de luz en la oscuridad
Me acuerdo que habían días en los que quizás nada más tenía un momento por agradecer, y aunque fuera solamente uno, me daba la esperanza necesaria para volver a confiar en mí y en la vida, por más mal que yo me sintiera o por más sin sentido que me pareciera la vida. Con el simple hecho de tener una razón por la cual agradecer, pensaba que seguramente si seguía trabajando en mí, poco a poco encontraría más.
Te saca del victimismo
A veces cuando las personas se sienten mal tienden a echarle la culpa a los demás, a la vida o a Dios, como si el malestar te lo hubieran contagiado o enviado por alguna razón. Pero al agradecer te das cuenta que no eres víctima de nada ni de nadie y que la bondad y las cosas positivas sí pueden estar al alcance para ti.
Te abre los ojos a encontrar nuevas cosas por agradecer
Al empezar con esta práctica sucede algo muy padre y es que mientras más agradeces, más cosas encuentras por agradecer. Es como que si en una noche haces tu lista de agradecimientos, al día siguiente estás más abierto a encontrar nuevas razones o puntos para llenar tu lista de la noche. Y al mismo tiempo, te vas yendo cada vez más profundo en cosas más intangibles por agradecer pero que a su vez te dan más satisfacción.
Potencializa lo que sí funciona y le quita poder a lo que no 
No sé si estés familiarizado con la fórmula del 20/80 que dice que hay que enfocarnos en el 20% de lo que funciona mejor en tu empresa, en tu persona o lo que sea que estés emprendiendo, para que se convierta en tu 100% de atención y con eso fomentar tu crecimiento. Entonces, si te enfocas en lo que sí funciona y a eso le pones atención y te esfuerzas por seguir trabajando en la línea de eso que estás agradeciendo, el resultado es que eventualmente se convertirá en la mayoría de tu realidad.

¿Cómo hacerlo?

Yo te recomiendo que empieces por tener un cuaderno o diario que te inspire y hacer una lista por escrito de mínimo 10 agradecimientos antes de irte a dormir.
Es importante que sea por escrito porque eso permite a tu mente que se esfuerce y que realmente vea y concrete eso que agradeces. Y lo que haces es que te vas recordando todo tu día desde que amaneciste hasta la noche, buscando momentos, situaciones, hechos, sensaciones, caídas de vente o regalos que recibiste como una palabra de aliento, una mirada de comprensión, un momento de disfrute…
Y describes ese momento o esa situación.
Claro que también puedes agradecer que tengas un techo sobre ti, comida, ropa, medio de transporte y cosas por el estilo, pero intenta irte un poquito más profundo y entonces agradeces que te sientes segura debajo del techo en el que estás, que pudiste elegir la comida que tomaste el día de hoy, que tienes un medio para ir a los lugares que quieres… ¿ves a lo que me refiero?
Se trata de agradecer más de la cosa o la situación,  lo que te permite vivir y sentir.  Y entonces se vuelve un agradecimiento profundo, que te va llenando de satisfacción real.  
¿Cuánto tiempo hacerlo?
Hazlo todos los días por lo menos durante una semana, ya que a la mente al inicio le cuesta un poco de trabajo abrirse al agradecimiento y mientras más lo haces, más fácil se te hará.
En conclusión
Vive el presente 
Ya sabes, si estás en el presente, podrás darte cuenta de aquellas cosas que puedas agradecer. Y si en el momento quieres experimentar la gratitud y ya después escribirlo en tu diario, ¡está perfecto! Pero la idea es que mientras más pongas tu atención en lo que está pasando aquí y ahora, más razones encontrarás por agradecer.
Identifica los micro momentos
!Muy importante darles valor!!
Los micro momentos del día en el que todo está bien, todo está fluyendo, te sientes conectada, viva y espontánea, o bien, hay momentos donde simplemente no hay dolor, no hay ansiedad o no hay angustia, y aunque no haya felicidad o plenitud, son momentos en los que puedes…agradecer.
En lugar de enfocarte en “tengo que ser agradecida”, enfócate en experimentar genuinamente la gratitud, mientras más tengas tu atención en el momento presente y más practiques, verás que irás agradeciendo de cosas más profundas que te llenarán de mayor satisfacción y tendrán resultados positivos en tu salud.
Fuente. Rincón del Tibet