jueves, 21 de julio de 2016

DANZAR nuestra alegría





Queridas todas... vengo de visita  a compartir  este artículo que nos envía Miranda Gray a las Moon Mother , y que trata sobre la necesidad intrínseca de danzar que tiene el cuerpo del ser femenino y, particularmente, de la mujer. Leerlo me ha hecho recordaros, teneros muy presente según avanzaba en su lectura... Recordarme a mi en nuestras sesiones... Discurriendo entre respirar, estirar, meditar, compartir y !danzar! Ya hace un mes más o menos que hemos culminado este ciclo anual de los talleres de de Empoderamiento, autoconocimiento y autocuidado corporal y emocional... !y ya son 13 años por Rivas! Que curioso, !como 13 lunas!. Parece que lo cíclico va actuando de manera natural.

El verano nos llama a la dispersión y la alegría, a los espacios abiertos y los encuentros expansivos. Yo ya estoy celebrándolo en disfrute de la naturaleza en su estado menos lesionado por mano humana, en bosques y mares abiertos... nutriendo el alma y el cuerpo. 

Pero también sigo en comunión con vosotras... sintiéndoos y recordándoos, estáis en mi. Es mucho ya lo vivido en común, muchas sesiones, miradas, risas y llantos, difíciles transitares, silencios que  atraviesan el alma,  juegos que reconectan con lo primario, la infancia, abrazos  sentidos...alegría balsámica para el alma.
Con unas más que con otras, en tiempo y también en intensidad. Como la vida misma.  Pero en este instante  os siento como grupo, como única tribu de la que formamos parte todas las mujeres. Y también los hombres... que en este caso dejo en el lugar de honor de acompañantes de nuestras vidas.

¡Salud a todas vosotras gozosas del mundo! Porque nuestra alegría es una necesidad para la supervivencia nuestra y de la especie humana.
¡Amor a quienes necesitan del abrazo, del consuelo y de la fuerza! Que a todas os llegue la nutrición y el alivio del Universo, de la Tierra y de lo Divino Femenino.
Que el Sol nos acaricie, el gua nos de fluidez y dulzura, la sombra de los árboles nos regale sabiduría, y la sororidad sea uno de nuestros rezos.
                    Con mucho cariño.
                    Namasté
                    Inés