El corto que nos enseña a abrazar la vida
Creamos manuales para casi cualquier cosa y pensamos que podemos planificar absolutamente todo, afectando esto a nuestra capacidad de crear, de pensar y de sentir.Nos encanta ser controladores/as más que llevar el control. Vivimos con la intención de manejar cada detalle, de pretender que las cosas funcionen como pensamos e intentar encorsetar nuestros planteamientos. Pero la verdad es que si pretendemos que nuestros proyectos se desarrollen, tenemos que ser conscientes de que no podemos estar al 100% segura/os de que lo que hacemos o decidimos va a funcionar.
“Quien sufre antes de tiempo sufre más de lo necesario”
El corto “Soltar el control” nos enseña que es indispensable dejar de interferir en lo natural si queremos evolucionar y crecer.
Este corto nos cuenta la historia de Dechen, un monje budista tibetano en proceso de entrenamiento que tiene una gran pasión por la jardinería. En el vídeo se ve cómo planta una flor, la observa y la cuida con esmero y con total dedicación.Un corto para reflexionar sobre nuestra manera de ver la vida
https://vimeo.com/42842952
INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN:
- ¿Por qué crees tu que necesitamos controlar? ¿Es una necesidad con la que nacemos o la aprendemos?
- ¿Qué obtenemos mediante el control? ¿Qué nos da y qué nos quitas? ¿Compensa?
- ¿Qué pasaría si dejásemos de controlar? Imagínalo... permítete soñarlo, visualizarlo...
Precioso video Inés, nos invita de una manera sencilla como nos equivocamos cuando queremos cuidar bajo el control, olvidándonos de la libertad de cada ser, hasta de la nuestra.
ResponderEliminarYo creo que el control es algo que heredamos y que vamos aprendiendo desde que nacemos. Porque a lo largo de la vida nos encontramos muchas dificultades y si nos adelantamos a ellas creemos que me nos preparamos para poder afrontar esa posibles dificultades con más garantías de éxito. De esta forma creemos disminuir nuestra ansiedad respecto a un futuro incierto. Hemos aprendido a tener miedo a lo desconocido, y el control lo generamos como respuesta a ese miedo, porque necesitamos estabilidad y creemos que si lo tenemos todo controlado estaremos más seguros de lo que hacemos. Al final no deja de ser una falta confianza e inseguridad en nosotros mismos.
A lo largo de mi camino he aprendido que esa necesidad de control y esa necesidad de tener unos resultados antes de que ocurran solo dan quebraderos de cabeza, ansiedad, estrés, angustia, inseguridad, incertidumbre, malestar, irritabilidad… y al final de todo esto, agotamiento, y lo peor de todo nos quita la libertad de vivir y disfrutar las cosas tal y como vienen, porque la mayoría de las veces nunca pasan las cosas como las habíamos imaginado y previsto.
Cuando dejamos de controlar y abrimos las puertas a lo imprevisto, podemos crecer y enriquecernos con lo que pueda surgir, porque dejamos espacio a flexibilidad, la sorpresa y la creatividad. Yo creo que recuperamos la libertad de ser nosotros mismos en cada momento y podemos fluir en la vida.
Muchas gracias Ines por todas las puertas que nos abres hacia la reflexión y hacia nuestro mejor caminar.
besos grandes y amorosos
Feliz semana!
Chus
Toda una lección magistral tu comentario Chus, estupenda y constructiva reflexión. Gracias a ti linda, gracias por tu confianza y por seguirme el hilo...
Eliminar!!MIL GRACIAS!! por compartir tu reflexión a al que deseo os suméis más....