!!Saludos queridas mujeres de Rivas!!
Os traigo una nueva entrada... espero os guste y os sirva de ayuda.
Namáste
Inés
¿Empatía o simpatía? Sin
duda se trata de dos términos que en muchas ocasiones se prestan a
confusión.
Con la intención de profundizar algo más y enfocarlo para ver con la mayor claridad posible la
importancia de diferenciar entre empatía y simpatía.
¿Me acompañas?
Antes de explicar de una
forma clara y amena la diferencia entre empatía y simpatía, te
recomiendo que visualices este magnífico vídeo que ayuda muy bien a distinguir entre ambos términos.
Concretamente el vídeo se llama The power of empathy de René Brown (subtitulado en español):
Una vez visualizado podemos ver las diferencias:
Empatía:
- Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro (RAE).
- Conecta a las personas.
- Tiene perspectiva y reconoce las emociones.
- Se escucha para comprender.
- Se centra en el plano emocional.
- Se busca la conexión con la otra persona, sin necesidad de una respuesta verbal.
- No busca la solución al problema o estado de ánimo.
- No busca lo positivo, sino simplemente comprenderlo.
- No busca la aprobación.
- Requiere de un aprendizaje previo.
- No se juzga al otro.
Simpatía:
- Inclinación afectiva entre personas, generalmente espontánea y mutua (RAE).
- Lleva a la desconexión.
- Se escucha para responder.
- Se centra en el plano intelectual.
- Busca la aprobación.
- Se esfuerza en hallar algo positivo al problema.
- Tiende a buscar una solución al problema o estado desánimo.
- Se siente el mismo estado emocional que la otra persona, pero sin la necesidad de comprenderla.
- Supone una valoración del otro, es decir, tiende a dar consejos.
- Se busca una respuesta verbal, una contestación:
- Pues a mí me pasó…
- Al menos tú…
- Ya verás como…
- Seguro que…
- Se busca la amabilidad.
- Implica compasión.
- Se suele quitar importancia al problema del otro.
Un ejemplo de diálogo simpático.
– ¿Cómo estás?
– Mal.
– ¿Por qué?
– He suspendido matemáticas con un 4,5.
– Tampoco está tan mal. Al menos has sacado mejor nota que yo.
– Es que había estudiado tanto…
– Al menos tú pasas de curso. Yo no lo tengo tan claro.
– Mis padres se van a disgustar mucho conmigo.
– Seguro que no será para tanto. A Ana le pasó lo mismo y sus padres al final no le dijeron nada.
– Ojalá sea cierto.
– Ya verás como al final todo se arregla.
¿Por qué decantarse hacia la empatía?
Si te has fijado en las cualidades entre
empatía y simpatía y has leído el diálogo simpático, te habrás dado
cuenta de que hay una diferencia significativa entre empatía y simpatía.
De ahí que sea fundamental que enseñes a
tus alumnos que no hay que buscar ser simpáticos, sino empátic@s, que
no hay que buscar respuestas, sino que es suficiente a veces con
comprender a la otr@.
En una sociedad ávida de respuestas el
término simpático tiene una connotación positiva, pero no así en el
plano emocional.
¿Que tal reflexionar sobre ello un poquito? ¿Aceptas el reto?
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