La ira, el miedo y el resentimiento reflejan una niña interior herida
Muchas veces no entendemos las conductas de quienes nos rodean o las
nuestras, somos especialistas en hacer juicios en relación a la actitud
que puede tomar cada persona, a su manera de reaccionar, a su manera de
afrontar algunas situaciones, sin detenernos un momento a pensar cuál
pudiese ser el origen de determinada actitud.
Por lo general cuando vemos personas que manifiestan su ira, que
sienten miedo, están cargadas de mucho resentimiento o bien tienen una
tristeza permanente, estamos en presencia de una niña interior que espera el consuelo, el amor y la aceptación de sus figuras importantes.
Será difícil para un/a adult@ reconocer en sí a ese/a pequeñ@ que de
alguna manera fue marcada/o por experiencias tempranas, mucho más difícil
será reconocer que está en la búsqueda inconsciente de la sanación de
sus heridas, no está consciente de que ese/a niño/a interior habita en él o ella, y
necesita de los cuidados y atenciones propios de los más pequeños.
No se trata de justificar un berrinche extemporáneo, se trata de dar
la atención que merece y demanda ese/a niñ@ interior, que ya no será
solventado por los padres, “cu´al sea el tipo de familia), por los maestr@s o con cualquier persona que
pueda prestar contención al momento de un/a niño/a necesitarlo. Se trata de
que nosotr@s mism@s, como personas adultas debemos atender las necesidades de esa pequeña/o niña/o que llevamos siempre con nosotr@s.
Abraza a tu niña interior
Debemos hacer algunos ejercicios que nos ayuden a sanar cualquier
herida, bien sea de rechazo, de abandono, de humillación, de traición o
de injusticia, cualquiera de ellas pudo haber sido percibida en nuestra
infancia de alguna manera que marcó nuestra manera de ser, que nos
limitó de cierta forma y que luego como adultos, tenemos las secuelas de
lo que en ese momento interpretamos como algo hiriente.
Reconectar con nuestra niña interior nos permite sanar y muchas de
las conductas que pensamos inapropiadas o perjudiciales tienden a
disminuir, incluso a desaparecer.
Hacer algunos ejercicios de visualización nos permite trabajar con
esa reconexión, imaginarnos pequeñas y abrazarnos, querernos, mimarnos,
haciéndole saber a esa pequeña que todo está bien, que lo ha hecho muy
bien, que nos sentimos orgullosas de sus logros, que aquí estamos para
atenderla cada vez que lo necesite, porque la amamos y nunca más se nos
olvidará su presencia en nosotras.
Realicemos cosas que nos apasionen, que nos conecten a la felicidad
de la infancia: correr, cantar, saltar en charcos, dibujar, jugar
cualquier cosa, si tenemos hijos es la excusa y la manera perfecta de
reconectar. No olvidemos nunca que esa niña siempre habitará en nosotras
y siempre estará demandando nuestra atención y amor.
Mira al o la niña/o interior en otr@s
Cuando veas en los demás rasgos que no puede controlar, procura ver más allá de lo evidente y prestarle atención a esa niña oculta en medio de corazas y barreras, sé noble, se justa y ayúdale de ser posible a reconectar con su esencia.
Resumido y del BLOG El rincón del Tibet
http://rincondeltibet.com/blog/p-la-ira-el-miedo-y-el-resentimiento-reflejan-un-nino-interior-herido-24598
Resumido y del BLOG El rincón del Tibet
http://rincondeltibet.com/blog/p-la-ira-el-miedo-y-el-resentimiento-reflejan-un-nino-interior-herido-24598
Hola Inés, me está siendo muy importante y reflexivo el conectar y abrazar a mi niña interior, el poder ejercitar esa parte me abre nuevas puertas a mi reconocimiento interno.
ResponderEliminarLa primera vez que escuche la meditación de mi niña interior conecte con una niña que me transmitió mucha dulzura y felicidad, era como cuando vas a un parque y ves a los niños jugando y divirtiéndose, pero según la he ido escuchando más veces, es como si esa niña fuera confiando poco a poco más en mi, se va abriendo mostrándome sus emociones, sus inquietudes, sus dolencias, con ello puedo ofrecerme más a ella para acompañarla, consolarla, mimarla, cuidarla y sanarla, y siento que cada vez me brinda la oportunidad de abrir mucho mas mi corazón y darle mucho mas amor.
Cuando termino de escuchar la visualización, siento como si mi corazón ocupara toda mi capacidad torácica, es una sensación rara, porque es como una mezcla de inquietud y paz a la vez, pero muy gratificante y sanadora.
Y al pasar por esta experiencia, por esta vivencia, me parece muy importante e interesante, el intentar ver al niño interior en los demás, es algo que no me había planteado nunca.
Me encantan estas entradas que nos estas poniendo, un trabajo interno precioso y enriquecedor.
Muchísimas gracias una vez más por todo lo que nos das y compartes con nosotras.
Mil besos lindos y amorosos
Chus
Maravillosa siempre Chus en tus comentarios que destilan proceso de comprensión y autoconocimiento. Tu niña libre está empezando a tomar presencia y quieres llevar de la manita a la herida... !y lo está haciendo de 1000!
EliminarMucho cariño para ti. !!Adelante!!
Bonita reflexión Inés, pero es tan difícil en momentos críticos volver a ser niña. La indignación, la rabia e impotencia no te permite recular a tu infancia.
ResponderEliminarUn besito.😘
No sabes cuánnnto me alegra tenerte por aquí Maite...Es un gran contento. Sigue visitándome ¿¿vale?? Y participando de este espacio, cocreando en común nuestras experiencia de desarrollo personal y autocuidado.
EliminarBesitossssss