Ho´oponopono es una técnica ancestral de sanación.
Tiene varias herramientas. Todas válidas y de respuesta inmediata.
En éste espacio voy a compartir todo lo que hasta hoy ha llegado a mí, haciendo un recorrido desde su fundamentación e historia, hasta los resultados observados con su aplicación.
Tiene varias herramientas. Todas válidas y de respuesta inmediata.
En éste espacio voy a compartir todo lo que hasta hoy ha llegado a mí, haciendo un recorrido desde su fundamentación e historia, hasta los resultados observados con su aplicación.
HISTORIA DE HO´OPONOPONO
Ho´oponopono es una técnica ancestral hawaiana, que significa la forma de borrar y/o corregir memorias universales.
Limpiar significa pedir a la Divinidad que se lleve nuestros recuerdos (las memorias repitiéndose en el subconscinte) y los transmute en pura luz, neutralizando sus efectos -que son los problemas de la vida-
“Ho” significa “Causa” y “Oponopono” significa “Perfección” o sea volver al estado original, dicho de otra forma… “corregir el error”
Morrnah Nalamaku Simeona es la creadora del Ho’oponopono Auto-Identidad:
hechos y acciones desde el inicio de nuestra creación hasta el presente,
nosotros pedimos tu perdón...
Deja que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las memorias, bloqueos,
energías y vibraciones negativas
y transmuta estas energías indeseables en pura luz...
Y así se ha hecho”.
"El propósito principal de este proceso es descubrir la Divinidad dentro de uno mismo. El Ho'oponopono es un regalo profundo que nos permite desarrollar una relación de trabajo con la Divinidad dentro y aprender a pedir que en cada momento nuestros errores en pensamiento, palabra , obra o acción se limpia. El proceso es esencialmente acerca de la libertad, la libertad completa del pasado"
El Ho’oponopono tradicional forma parte del sistema de cura Huna. Es el nombre que el
empresario/investigador americano Max Freedom Long dio a su versión del espiritualismo de los pueblos antiguos del Hawai.
En el sistema Huna el proceso de cura Ho’oponopono es interpersonal. (Huna, en su forma más pura es el conocimiento antiguo que permite a una persona conectarse a su más alta sabiduría interior. Comprender y utilizar los fundamentos o "siete principios"(*) de Huna tiene por objeto lograr la curación y la armonía a través del poder de la mente. Este arte de curar y ciencias de la tierra es de naturaleza espiritual, experimentando sus conceptos nos da la oportunidad de integrar la mente, cuerpo y espíritu. Uno puede reconocer las enseñanzas de Huna como una de las herramientas de la naturaleza, es útil en el desarrollo del conocimiento interno y la mejora de las habilidades psíquicas innatas ) .
Esta tecnica la han transmitido de generación en generación los "Cajuna", los cuales serían asimilables a nuestros "Chamanes".
El Ho’oponopono Auto-Identidad es uno en comunicación con la Divinidad. (Kahuna Morrnah Nalamaku Simeona) y así fué transmitido al Dr. Ihaleakala Hew Len.
El Dr. Ihaleakala Hew Len ha estado practicando el Ho'oponopono actualizado desde noviembre de 1982. Se le enseñó el proceso por el Kahuna Lapa'au Morrnah Simeona Nalamaku, que fue designado un Tesoro Viviente de Hawai en 1983. Fue psicólogo de personal en la unidad forense para criminales enfermos mentales en el Hospital Estatal de Hawai durante varios años. Ha sido profesor de la versión actualizada del Ho'oponopono alrededor del mundo y en varias ocasiones de las Naciones Unidas.
Muchos han conocido Ho´oponopono por la entrevista realizada al Dr. Len por el Dr. Joe Vitale, la cual fué reproducida en muchos sitios de internet.
Para quienes no la conocen, aquí la copio entera:
Limpiar significa pedir a la Divinidad que se lleve nuestros recuerdos (las memorias repitiéndose en el subconscinte) y los transmute en pura luz, neutralizando sus efectos -que son los problemas de la vida-
“Ho” significa “Causa” y “Oponopono” significa “Perfección” o sea volver al estado original, dicho de otra forma… “corregir el error”
Morrnah Nalamaku Simeona es la creadora del Ho’oponopono Auto-Identidad:
“Divino Creador, padre, madre, hijo todos en uno...
Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendieron,
a tu familia, parientes y antepasados en pensamientos, palabras,
Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendieron,
a tu familia, parientes y antepasados en pensamientos, palabras,
hechos y acciones desde el inicio de nuestra creación hasta el presente,
nosotros pedimos tu perdón...
Deja que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las memorias, bloqueos,
energías y vibraciones negativas
y transmuta estas energías indeseables en pura luz...
Y así se ha hecho”.
Morrnah Simeona Nalamaku (mayo 19, 1913-febrero 11, 1992) fue reconocida como un lapaau Kahuna (curandero) en Hawaii. Ella fue honrada por el Estado de Hawai como un Tesoro Viviente en 1983.
Creador de la auto identidad a través de Ho'oponopono, Morrnah funda "Seminarios Pacifica" en la década de 1970 y en 1980 la Fundación de «yo », Inc (Libertad del Cosmos).
Auto-I-DENTIDAD a través de Ho'oponopono utiliza técnicas para crear una alianza de trabajo entre las tres partes de la mente o por cuenta propia, subconsciente, consciente y superconsciente.
"Limpia, borra, borra y encuentra tu propio Shangri-La. ¿Dónde? Dentro de ti mismo".Creador de la auto identidad a través de Ho'oponopono, Morrnah funda "Seminarios Pacifica" en la década de 1970 y en 1980 la Fundación de «yo », Inc (Libertad del Cosmos).
Auto-I-DENTIDAD a través de Ho'oponopono utiliza técnicas para crear una alianza de trabajo entre las tres partes de la mente o por cuenta propia, subconsciente, consciente y superconsciente.
"El propósito principal de este proceso es descubrir la Divinidad dentro de uno mismo. El Ho'oponopono es un regalo profundo que nos permite desarrollar una relación de trabajo con la Divinidad dentro y aprender a pedir que en cada momento nuestros errores en pensamiento, palabra , obra o acción se limpia. El proceso es esencialmente acerca de la libertad, la libertad completa del pasado"
El Ho’oponopono tradicional forma parte del sistema de cura Huna. Es el nombre que el
empresario/investigador americano Max Freedom Long dio a su versión del espiritualismo de los pueblos antiguos del Hawai.
En el sistema Huna el proceso de cura Ho’oponopono es interpersonal. (Huna, en su forma más pura es el conocimiento antiguo que permite a una persona conectarse a su más alta sabiduría interior. Comprender y utilizar los fundamentos o "siete principios"(*) de Huna tiene por objeto lograr la curación y la armonía a través del poder de la mente. Este arte de curar y ciencias de la tierra es de naturaleza espiritual, experimentando sus conceptos nos da la oportunidad de integrar la mente, cuerpo y espíritu. Uno puede reconocer las enseñanzas de Huna como una de las herramientas de la naturaleza, es útil en el desarrollo del conocimiento interno y la mejora de las habilidades psíquicas innatas ) .
(*) Siete Principios:
1. IKE (ee-kay) - El mundo es lo que creo que es
2. KALA - - No hay límites
3. MAKIA (mah-kee-ah) - La energía fluye a donde va la atención
4. MANAWA (man-ah-wah) - Ahora es el momento de poder
5. ALOHA - Amar es ser feliz con (alguien o algo)
6. MANA - Todo el poder viene de dentro
7. PONO - La eficacia es la medida de la verdad
2. KALA - - No hay límites
3. MAKIA (mah-kee-ah) - La energía fluye a donde va la atención
4. MANAWA (man-ah-wah) - Ahora es el momento de poder
5. ALOHA - Amar es ser feliz con (alguien o algo)
6. MANA - Todo el poder viene de dentro
7. PONO - La eficacia es la medida de la verdad
Esta tecnica la han transmitido de generación en generación los "Cajuna", los cuales serían asimilables a nuestros "Chamanes".
El Ho’oponopono Auto-Identidad es uno en comunicación con la Divinidad. (Kahuna Morrnah Nalamaku Simeona) y así fué transmitido al Dr. Ihaleakala Hew Len.
El Dr. Ihaleakala Hew Len ha estado practicando el Ho'oponopono actualizado desde noviembre de 1982. Se le enseñó el proceso por el Kahuna Lapa'au Morrnah Simeona Nalamaku, que fue designado un Tesoro Viviente de Hawai en 1983. Fue psicólogo de personal en la unidad forense para criminales enfermos mentales en el Hospital Estatal de Hawai durante varios años. Ha sido profesor de la versión actualizada del Ho'oponopono alrededor del mundo y en varias ocasiones de las Naciones Unidas.
Muchos han conocido Ho´oponopono por la entrevista realizada al Dr. Len por el Dr. Joe Vitale, la cual fué reproducida en muchos sitios de internet.
Para quienes no la conocen, aquí la copio entera:
Hace dos años, escuché hablar de un terapeuta, en Hawai, que curó un pabellón
entero de pacientes criminales desequilibrados mentales sin siquiera ver a ninguno
de ellos. El psicólogo estudiaba la ficha del preso y, enseguida, miraba hacia su
interior con el fin de ver como él había creado la enfermedad de esa persona. A
medida que él mejoraba, el paciente también mejoraba.
La primera vez que escuché esa historia, pensé que se trataba de alguna leyenda
urbana. ¿Como podía alguien curar a otro, solamente a través de curarse a sí
mismo? ¿Cómo podría, aunque fuese el maestro de mayor poder de auto-cura, curar
a alguien criminalmente trastornado?
No tenía ningún sentido, no era lógico, de modo que descarté esa historia.
No obstante, la escuché de nuevo, un año después. Supe que el terapeuta había
usado un proceso de cura hawaiano llamado “Ho’oponopono”.
Nunca había escuchado hablar de él, sin embargo, no conseguía quitármelo de la
mente.
Si la historia era realmente verdadera, yo tenía que saber más sobre él.
Siempre supe que total responsabilidad significaba que yo soy responsable por lo
que pienso y hago.
Lo que esté mas allá, está fuera de mis manos.
Creo que la mayor parte de las personas piensa lo mismo sobre la responsabilidad.
Somos responsables por lo que hacemos y no por lo que hacen los otros.
El terapeuta hawaiano que curó a esas personas mentalmente enfermas me
enseñara una nueva perspectiva avanzada sobre lo que es la total responsabilidad.
Su nombre es Dr. Ihaleakala Hew Len.
Pasamos, probablemente, una hora hablando en nuestra primera conversación
telefónica.
Le pedí que me contase toda la historia de su trabajo como terapeuta. Él me explicó
que había trabajado en el Hospital del Estado de Hawai durante cuatro años.
El pabellón donde encerraban a los locos criminales era peligroso.
Por regla general, los psicólogos dimitían después de un mes de trabajo allí. La
mayor parte del personal del hospital se ponía enfermo o dimitía.
Las personas que pasaban por aquél pabellón simplemente caminaban con la
espalda contra la pared por miedo a ser atacados por los pacientes.
No era un lugar bueno para vivir, ni para trabajar, ni para visitar.
El Dr. Len me dijo que nunca vió a los pacientes. Firmó un acuerdo para tener una
sala en el hospital y revisar sus expedientes médicos. Mientras leía los expedientes
médicos, él trabajaba sobre sí mismo.
Mientras él trabajaba sobre sí mismo, los pacientes comenzaron a curarse. “Después
de unos pocos meses, los pacientes que estaban atados con correas, recibieron
permiso para caminar libremente”, me dijo.
“Otros, que tenían que estar fuertemente medicados, comenzaron a reducir sus
medicaciones. Y aquellos, que nunca hubiesen tenido la posibilidad de ser liberados,
recibieron el alta”.
Yo estaba asombrado.
“No fue solamente esto”, continuó, “hasta al personal comenzó a gustarle ir a
trabajar. El ausentismo y los cambios de personal desaparecieron. Terminamos con
más funcionarios de lo que necesitábamos, porque los pacientes eran dados de alta
y todo el personal seguía viniendo a trabajar. Hoy, aquél pabellón del hospital está
cerrado”.
Fue en este momento en el que yo tuve que hacer la pregunta de un millón de
dólares: “Señor, ¿qué hizo usted consigo mismo para provocar tal cambio en esas
personas?
“Yo simplemente estaba curando aquella parte en mí que los había creado”, dijo él.
No lo entendí. El Dr. Len me explicó, entonces, que entendía que la total
entero de pacientes criminales desequilibrados mentales sin siquiera ver a ninguno
de ellos. El psicólogo estudiaba la ficha del preso y, enseguida, miraba hacia su
interior con el fin de ver como él había creado la enfermedad de esa persona. A
medida que él mejoraba, el paciente también mejoraba.
La primera vez que escuché esa historia, pensé que se trataba de alguna leyenda
urbana. ¿Como podía alguien curar a otro, solamente a través de curarse a sí
mismo? ¿Cómo podría, aunque fuese el maestro de mayor poder de auto-cura, curar
a alguien criminalmente trastornado?
No tenía ningún sentido, no era lógico, de modo que descarté esa historia.
No obstante, la escuché de nuevo, un año después. Supe que el terapeuta había
usado un proceso de cura hawaiano llamado “Ho’oponopono”.
Nunca había escuchado hablar de él, sin embargo, no conseguía quitármelo de la
mente.
Si la historia era realmente verdadera, yo tenía que saber más sobre él.
Siempre supe que total responsabilidad significaba que yo soy responsable por lo
que pienso y hago.
Lo que esté mas allá, está fuera de mis manos.
Creo que la mayor parte de las personas piensa lo mismo sobre la responsabilidad.
Somos responsables por lo que hacemos y no por lo que hacen los otros.
El terapeuta hawaiano que curó a esas personas mentalmente enfermas me
enseñara una nueva perspectiva avanzada sobre lo que es la total responsabilidad.
Su nombre es Dr. Ihaleakala Hew Len.
Pasamos, probablemente, una hora hablando en nuestra primera conversación
telefónica.
Le pedí que me contase toda la historia de su trabajo como terapeuta. Él me explicó
que había trabajado en el Hospital del Estado de Hawai durante cuatro años.
El pabellón donde encerraban a los locos criminales era peligroso.
Por regla general, los psicólogos dimitían después de un mes de trabajo allí. La
mayor parte del personal del hospital se ponía enfermo o dimitía.
Las personas que pasaban por aquél pabellón simplemente caminaban con la
espalda contra la pared por miedo a ser atacados por los pacientes.
No era un lugar bueno para vivir, ni para trabajar, ni para visitar.
El Dr. Len me dijo que nunca vió a los pacientes. Firmó un acuerdo para tener una
sala en el hospital y revisar sus expedientes médicos. Mientras leía los expedientes
médicos, él trabajaba sobre sí mismo.
Mientras él trabajaba sobre sí mismo, los pacientes comenzaron a curarse. “Después
de unos pocos meses, los pacientes que estaban atados con correas, recibieron
permiso para caminar libremente”, me dijo.
“Otros, que tenían que estar fuertemente medicados, comenzaron a reducir sus
medicaciones. Y aquellos, que nunca hubiesen tenido la posibilidad de ser liberados,
recibieron el alta”.
Yo estaba asombrado.
“No fue solamente esto”, continuó, “hasta al personal comenzó a gustarle ir a
trabajar. El ausentismo y los cambios de personal desaparecieron. Terminamos con
más funcionarios de lo que necesitábamos, porque los pacientes eran dados de alta
y todo el personal seguía viniendo a trabajar. Hoy, aquél pabellón del hospital está
cerrado”.
Fue en este momento en el que yo tuve que hacer la pregunta de un millón de
dólares: “Señor, ¿qué hizo usted consigo mismo para provocar tal cambio en esas
personas?
“Yo simplemente estaba curando aquella parte en mí que los había creado”, dijo él.
No lo entendí. El Dr. Len me explicó, entonces, que entendía que la total
responsabilidad de nuestra vida implica todo lo que está en nuestra vida, por el
simple hecho de estar en nuestra vida y ser, por esta razón, de nuestra
responsabilidad. En un sentido literal, todo el mundo es creación nuestra.
¡Guau! Pero eso es duro de digerir. Ser responsable por lo que digo y hago es una
cosa. Ser responsable por lo que dice y hace otra persona que está en mi vida es
muy diferente.
A pesar de ello, la verdad es esta: si usted asume la completa responsabilidad de su
vida, entonces todo lo que usted ve, escucha, saborea, toca o experimenta de
cualquier forma es su responsabilidad, porque está en su vida.
Esto significa que la actividad terrorista, el presidente, la economía o cualquier cosa
que usted experimenta y no le gusta, está allí para que usted lo cure.
Todo esto, digamos que no existe, excepto como proyecciones que salen de su
interior.
¡Guau! Pero eso es duro de digerir. Ser responsable por lo que digo y hago es una
cosa. Ser responsable por lo que dice y hace otra persona que está en mi vida es
muy diferente.
A pesar de ello, la verdad es esta: si usted asume la completa responsabilidad de su
vida, entonces todo lo que usted ve, escucha, saborea, toca o experimenta de
cualquier forma es su responsabilidad, porque está en su vida.
Esto significa que la actividad terrorista, el presidente, la economía o cualquier cosa
que usted experimenta y no le gusta, está allí para que usted lo cure.
Todo esto, digamos que no existe, excepto como proyecciones que salen de su
interior.
El problema no está en ellos, está en usted, y, para cambiarlo, usted es quien tiene
que cambiar.
Se que esto es difícil de entender, y mucho menos de aceptar o de vivir realmente.
Echar la culpa a otra persona es mucho mas fácil que asumir la total responsabilidad
pero, mientras conversaba con el Dr. Len, comencé a comprender esa cura de él, y
que el Ho’oponopono significa amarse a sí mismo. Si usted desea mejorar su vida,
usted debe curar su vida. Si usted desea curar a alguien, incluso a un criminal
mentalmente enfermo, usted debe hacerlo curándose a sí mismo.
Pregunté al Dr. Len como se curaba a sí mismo. Que era, lo que exactamente, él
hacía, cuando miraba los expedientes de aquellos pacientes.
“Yo, simplemente, permanecía diciendo ‘Lo siento mucho’ y ‘Te amo’, una y otra
vez y después otra”, me explicó.
“¿Solo eso?”
“¡Solo eso! Sucede que amarse a sí mismo es la mejor forma de mejorarse a sí
mismo y, en la medida que usted se mejora a sí mismo, mejora su mundo”.
Se que esto es difícil de entender, y mucho menos de aceptar o de vivir realmente.
Echar la culpa a otra persona es mucho mas fácil que asumir la total responsabilidad
pero, mientras conversaba con el Dr. Len, comencé a comprender esa cura de él, y
que el Ho’oponopono significa amarse a sí mismo. Si usted desea mejorar su vida,
usted debe curar su vida. Si usted desea curar a alguien, incluso a un criminal
mentalmente enfermo, usted debe hacerlo curándose a sí mismo.
Pregunté al Dr. Len como se curaba a sí mismo. Que era, lo que exactamente, él
hacía, cuando miraba los expedientes de aquellos pacientes.
“Yo, simplemente, permanecía diciendo ‘Lo siento mucho’ y ‘Te amo’, una y otra
vez y después otra”, me explicó.
“¿Solo eso?”
“¡Solo eso! Sucede que amarse a sí mismo es la mejor forma de mejorarse a sí
mismo y, en la medida que usted se mejora a sí mismo, mejora su mundo”.
Permítame, ahora, dar un rápido ejemplo de como funciona esto.
Un día, alguien me envió un e-mail que me desequilibró.
En el pasado, yo habría reaccionado trabajando mis aspectos emocionales tórridos o
intentando razonar con la persona que me envió aquél mensaje detestable.
Pero, en este momento, yo decidí intentar el método del Dr. Len.
Comencé a pronunciar, en silencio: “Lo siento mucho” y “Te amo”. No decía esto
para nadie en particular. Estaba, simplemente, invocando al espíritu del amor, para
que él curase dentro de mí mismo lo que estaba creando aquella circunstancia
externa.
Después de una hora, recibí un e-mail de la misma persona, disculpándose por el
mensaje que me había enviado antes.
Observé que yo no había hecho ninguna acción externa para recibir esta disculpa.
Yo ni siquiera respondía aquél mensaje. No obstante, solamente repitiendo “lo siento
mucho” y “te amo”, de alguna manera curé dentro de mí aquello que creara en
aquella persona.
Posteriormente, participé de un workshop sobre el Ho’oponopono impartido por el
Dr. Len.
Él tiene ahora, 70 años de edad, es considerado un “chamán abuelo” y es un poco
solitario.
Elogió mi libro “El factor de la Atracción” (The Attractor Factor). Me dijo que, a
medida que yo me mejorase a mí mismo, la vibración de mi libro aumentaría y todos
sentirían lo mismo cuando lo leyesen. Resumiendo, en la medida en que yo mejore,
mis lectores también mejorarán.
“Y ¿que sucederá con los libros que ya he vendido y están ahí fuera?”
¡Le pregunté!
“Ellos no están ahí fuera”, explicó él, desconcertándome una vez mas, con su
sabiduría mística. “Ellos aún están dentro de usted”.
Resumiendo, nada está en el lado de fuera.
Sería necesario un libro entero para explicar esa técnica avanzada con la
profundidad que ella merece.
“Basta, apenas, decir que, cuando usted quiera o desee mejorar cualquier cosa en
su vida, existe solamente un lugar donde buscar: dentro de usted mismo. Y, cuando
mire, hágalo con amor”.
-------------------------------------------------------------------------Un día, alguien me envió un e-mail que me desequilibró.
En el pasado, yo habría reaccionado trabajando mis aspectos emocionales tórridos o
intentando razonar con la persona que me envió aquél mensaje detestable.
Pero, en este momento, yo decidí intentar el método del Dr. Len.
Comencé a pronunciar, en silencio: “Lo siento mucho” y “Te amo”. No decía esto
para nadie en particular. Estaba, simplemente, invocando al espíritu del amor, para
que él curase dentro de mí mismo lo que estaba creando aquella circunstancia
externa.
Después de una hora, recibí un e-mail de la misma persona, disculpándose por el
mensaje que me había enviado antes.
Observé que yo no había hecho ninguna acción externa para recibir esta disculpa.
Yo ni siquiera respondía aquél mensaje. No obstante, solamente repitiendo “lo siento
mucho” y “te amo”, de alguna manera curé dentro de mí aquello que creara en
aquella persona.
Posteriormente, participé de un workshop sobre el Ho’oponopono impartido por el
Dr. Len.
Él tiene ahora, 70 años de edad, es considerado un “chamán abuelo” y es un poco
solitario.
Elogió mi libro “El factor de la Atracción” (The Attractor Factor). Me dijo que, a
medida que yo me mejorase a mí mismo, la vibración de mi libro aumentaría y todos
sentirían lo mismo cuando lo leyesen. Resumiendo, en la medida en que yo mejore,
mis lectores también mejorarán.
“Y ¿que sucederá con los libros que ya he vendido y están ahí fuera?”
¡Le pregunté!
“Ellos no están ahí fuera”, explicó él, desconcertándome una vez mas, con su
sabiduría mística. “Ellos aún están dentro de usted”.
Resumiendo, nada está en el lado de fuera.
Sería necesario un libro entero para explicar esa técnica avanzada con la
profundidad que ella merece.
“Basta, apenas, decir que, cuando usted quiera o desee mejorar cualquier cosa en
su vida, existe solamente un lugar donde buscar: dentro de usted mismo. Y, cuando
mire, hágalo con amor”.
Extraído del blog Luz del Alma.
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